miércoles, 31 de diciembre de 2008

GARCÍA LORCA: POETA Y DRAMATURGO


GARCÍA LORCA: Obra poética

La obra poética de Lorca constituye una de las cimas de la poesía de la Generación del 27 y de toda la literatura española. La poesía lorquiana es el reflejo de un sentimiento trágico de la vida, y está vinculada a distintos autores, tradiciones y corrientes literarias. En esta poesía conviven la tradición popular y la culta.

Aunque es difícil establecer épocas en la poética de Lorca, algunos críticos diferencian dos etapas: una de juventud y otra de plenitud:

La época de juventud

Aquí se incluyen sus primeros escritos: “Impresiones y paisajes” (en prosa, muestra sin embargo, sus procedimientos característicos del lenguaje poético) y “Libro de Poemas” (escrito bajo el influjo de Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez; en este poema Lorca proyecta un amor sin esperanza, abocado a la tristeza.

La época de plenitud

Comienza con el “Poema del cante jondo”(1931) que, mediante la unidad temática, formal, conceptual y la expresión de los sentimientos, debida en parte a su inspiración folclórica, describe la línea neopopularista de la G.27.

En “Primeras canciones” (1927) y “Canciones”(1936) emplea las mismas formas: la canción y el romance. Los temas del tiempo y la muerte se enmarcan en el alba, la noche, la ciudad andaluza y los paisajes lunares.

La muerte y la incompatibilidad moral del mundo gitano con la sociedad burguesa son los dos grandes temas del “Romancero gitano”. Destacan los procedimientos habituales de poesía de origen popular, y la influencia del compositor Manuel de Falla. No se trata de una obra folclórica, está basada en los tópicos con que se asocia lo gitano y andaluz. Lorca eleva al gitano al rango de mito literario, como después hará con el negro y el judío en “Poeta en Nueva York”. En el “Romancero gitano” emplea el romance, en sus variantes de novelesco, lírico y dramático; su lenguaje es una fusión de lo popular y lo culto.

Lorca escribe “Poeta en Nueva York” a partir de su experiencia en EEUU, donde vivió entre 1929 y 1930. Para Lorca la civilización moderna y la naturaleza son incompatibles. Su visión de Nueva York es de pesadilla y desolación, propia de un mal sueño. Para expresar la angustia y ansia de comunicación que lo embargan emplea las imágenes visionarias del lenguaje surrealista. Su libertad expresiva es máxima, aunque junto al verso libre se advierte el uso del verso medido (octosílabo, endecasílabo y alejandrino).

“Diván del Tamarit” (1940) es un libro de poemas de atmósfera o sabor oriental, inspirado en las colecciones de la antigua poesía arábigo-andaluza. El tema central es el amor sujeto a experiencias frustrantes y amargas; su lenguaje está muy próximo al de Poeta en Nueva York.

“Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías” (1935) es una elegía de incontenible dolor y emoción que actúa de homenaje al torero sevillano que tanto apoyó a los poetas de la G.27.

La obra poética de Lorca se cierra con “Seis poemas galegos” y la serie de once poemas amorosos titulada “Sonetos del amor oscuro”. Lorca siempre ha contado con el respeto y admiración incondicional de los poetas de generaciones posteriores a la Guerra Civil. Considerado como un poeta maldito, su influencia se ha dejado sentir entre los poetas españoles del malditismo.

Estilo

Los símbolos: de acuerdo con su gusto por los elementos tradicionales, Lorca utiliza frecuentemente símbolos en su poesía. Se refieren muy frecuentemente a la muerte aunque dependiendo del contexto los matices varían bastante. Son símbolos centrales en Lorca:

  • La luna: es el símbolo más frecuente en Lorca. Su significación más frecuente es la de muerte, pero también puede simbolizar el erotismo, la fecundidad, la esterilidad o la belleza.
  • El agua: cuando corre, es símbolo de vitalidad. Cuando está estancada, representa la muerte.
  • La sangre: representa la vida, por ello, la sangre derramada es la muerte. Simboliza también lo fecundo, lo sexual.
  • El caballo (y su jinete): está muy presente en toda su obra portando siempre valores de muerte, aunque también representa la vida y el erotismo masculinos.
  • Las hierbas: su valor dominantes, aunque no único, es el de ser símbolos de la muerte.
  • Los metales: también su valor dominante es la muerte. Los metales aparecen bajo la forma de armas blancas, que conllevan siempre tragedia.

La metáfora: es el procedimiento retórico central de su estilo. Bajo la influencia de Góngora, Lorca maneja metáforas muy arriesgadas: la distancia entre el término real y el imaginario es considerable. En ocasiones, usa directamente la metáfora pura. Sin embargo, a diferencia de Góngora, Lorca es un poeta conceptista, en el sentido que su poesía se caracteriza por una gran condensación expresiva y de contenidos, además de frecuentes elipsis. Las metáforas lorquianas relacionan elementos opuestos de la realidad, transmiten efectos sensoriales entremezclados, etc.

El neopopularismo: aunque Lorca asimila sin problemas las novedades literarias, su obra está plagada de elementos tradicionales, que, por lo demás, demuestran su inmensa cultura literaria. La música y los cantos tradicionales son presencias constantes en su poesía. No obstante, desde un punto de vista formal no es un poeta que muestre una gran variedad de formas tradicionales; sin embargo, profundiza en las constantes del espíritu tradicional de su tierra y de la gente: el desgarro amoroso, la valentía, la melancolía, la pasión...


EL TEATRO DE LORCA

Su teatro junto al de Valle-Inclán es el más importante de su tiempo.

Lorca poseía una clara con ciencia del valor formativo del teatro. De ahí la labor de difusión a través del grupo de teatro La Barraca, creado en la República y que él dirige y anima. Su teoría del teatro se centra en esta frase: “El teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse habla, grita, llora y se desespera. El teatro necesita que quienes aparezcan en la escena lleven un traje de poesía y al mismo tiempo se le vean los huesos, la sangre.”

Es decir lenguaje poético, pero que deje ver las pasiones naturales del ser humano.

Sus temas centrales: amor, represión, violencia.

Su trayectoria dramática parte de una preocupación predominantemente artística para evolucionar hacia una profundización de lo humano.

Se inicia en 1920 con El maleficio de la mariposa, que no gozó de una buena acogida entre el público. En 1927se estrena Mariana Pineda , en verso canta la vida de esta granadina que muere por ideales de amor, honor y libertad con un tratamiento lírico.

A continuación, sustituyendo el verso por la prosa, se adentra en el género de la farsa con tres obras escritas entre 1929 y 1931:

La zapatera prodigiosa: representa la insatisfacción matrimonial entre un viejo y una joven exuberante o también la aspiración hacia sueños imposibles que choca con la realidad.

Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín: trata la relación sexual entre la vejez y la juventud llevadas al matrimonio por puros intereses sociales.

Retablillo de don Cristóbal:

Un nuevo rumbo marcado por el surrealismo tras su estancia en Nueva York le lleva a escribir Así que pasen cinco años, acerca del tiempo que pasa.

En 1935 con Doña Rosita la soltera trata el tema del amor frustrado con intención de crítica social. Aunque escrita a modo de comedia deliciosa, el propio autor se encargaría de aclarar que mejor sería decir: “…drama de la cursilería española,… del ansia de gozar que las mujeres han de reprimir por fuerza en lo más hondo de su entraña enfebrecida.”

Pero el teatro lorquiano más conocido y celebrado son las tres tragedias rurales.

En ellas la libertad sexual es perseguida y reprimida por un código de honor que funciona como en Calderón; pero que en nuestro caso son las mismas mujeres las transmisoras. En la tragedia lorquiana la ley está escrita, dictada, y son las mismas mujeres, las que las imponen con severidad contra toda rebeldía.

Bodas de sangre (1933)

Es una auténtica tragedia, en la que la fatalidad junto con el amor frustrado, las convenciones sociales y la fuerza del sexo, traen la muerte y la soledad. La acción parte de un hecho ocurrido en Almería del que dan cuenta los periódicos de la época. En un clima de misterio y presentimientos con honda presencia de la tierra, unos personajes sencillos aparecen dominados por pasiones elementales que los conducen al sangriento desenlace.

ARGUMENTO.-El esquema argumental es sencillo. El Novio pide a su madre que solicite la mano de su Novia. Esta continúa enamorada de Leonardo quien aunque ya casado, sigue amando a la Novia. El mismo día de la boda la Novia huye con Leonardo y ambos son perseguidos por el Novio. Los dos hombres mueren en la pelea. Las tres mujeres (la esposa de Leonardo, la madre del novio, la novia), solas ya, proclaman su dolor y su odio.

La obra mezcla acertadamente la prosa con el verso.

Yerma (1934)

Yerma plantea el tema del amor fracasado por la incapacidad del varón para satisfacer la pasión de la mujer, condenada así a la esterilidad.. La acción exterior es mínima; todo se resuelve en el corazón de Yerma que durante esos cinco años “espera, lucha, se desespera, recrimina,…, se va llenando de odio y silencio…”

ARGUMENTO.- Yerma, al cabo de cinco años de casada aún sigue estéril –o mejor infecundada- pues Juan, su marido, quiere mujer, pero no hijos obsesionado como está por el campo y por los animales. Yerma, en cambio, cifra todo su deseo en ser madre en tener un hijo suyo. Con el paso de l tiempo su corazón se va llenando de odio y termina matando a Juan, su marido.

La casa de Bernarda Alba

Es la última y acaso la obra cumbre de Lorca. El autor no la pudo ver representada a causa de su adelantada muerte. Tuvieron que transcurrir veintiocho años después de haber sido escrita para que en 1964 fuese representada por primera vez en España.

El teme sigue siendo la obsesión sexual y el amor insatisfecho. La obra se centra en la dominación tiránica de una madre sobre sus hijas dentro de un sistema totalmente represivo. Pero el impulso sexual es indomable y desencadenará la muerte.

ARGUMENTO.- La obra comienza con el luto de Bernarda y sus cinco hijas por la muerte del marido, encerradas en una casa como en una cárcel. El autoritarismo de Bernarda, los impulsos naturales censurados, la convivencia y los enfrentamientos entre las hermanas convierten la casa en un infierno. Pero aparece la figura de Pepe el Romano (no ante el espectador) y surge el amor espontáneo e irrefrenable. Pepe se promete en matrimonio a Angustias, la hija mayor; sin embargo el amor crece entre Adela, la pequeña, y Pepe. Cuando Bernarda se entera de lo que sucede busca a Pepe para matarlo, pero falla al dispararle con la escopeta. No obstante anuncia a sus hijas que le ha matado. Al conocer la noticia Adela se suicida, y de nuevo el luto y el silencio seguirán reinando en la casa.

La tragedia que surge inevitable del enfrentamiento entre el instinto de poder y el del sexo quiere ser en Lorca una denuncia del drama de las mujeres en los pueblos de España.

La obra está escrita en prosa sencilla, poética, profunda, aunque en dos ocasiones se oye el verso y el canto: una nana que significa el anhelo de maternidad con que sueñan las hijas encerradas y contrariadas, y un cantar de segadores para significar la presencia de los hombres deseados.